En su libro «La inutilidad de la guerra», el autor italiano Igino Giordani reflexiona sobre la naturaleza de la guerra moderna y su falta de sentido. Giordani argumenta que la guerra en la actualidad ya no cuenta ni victorias ni derrotas, sino que todo son derrotas.

En su opinión, la guerra moderna es «inútil» y «maldita», ya que no se trata de una lucha por la justicia o la libertad, sino más bien de un conflicto sin sentido que solo causa dolor y sufrimiento a todos los involucrados. Giordani señala que la guerra moderna se ha convertido en una actividad cada vez más destructiva y deshumanizadora, donde el objetivo no es tanto ganar la guerra como infligir el mayor daño posible al enemigo.

Además, el autor sostiene que la guerra moderna se ha vuelto cada vez más costosa e ineficiente en términos de recursos y vidas humanas. Las tecnologías militares avanzadas han aumentado el costo de la guerra y la hacen aún más inútil, ya que no hay un verdadero ganador en un conflicto que causa tanto daño y destrucción.

En última instancia, Giordani argumenta que la única forma de poner fin a la inutilidad de la guerra es a través de la educación y la promoción de valores como la justicia, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos. Solo cuando la sociedad en general comience a valorar la vida humana por encima de todo lo demás, y a renunciar a la violencia como medio para resolver conflictos, podremos comenzar a avanzar hacia un mundo más pacífico y justo.

También se pueden profundizar en el pensamiento de Igino Giordani,

Si lo deseas puedes consultar en los pensamientos anteriores como: Si otros odian o Cuánto se gasta en guerras son pensamiento muy breves con un potente mensaje.

Guerras vigente

La invasión rusa de Ucrania ha tenido un gran impacto en el mundo, pero nuestras previsiones para 2023 muestran que hay varias crisis adicionales que debemos tener en cuenta.

En el pasado, había incertidumbre sobre si Rusia invadiría o no Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, había concentrado una gran cantidad de soldados en la frontera ucraniana, lo que generó preocupación por una posible guerra. Aunque parecía probable que se produjera un ataque, había ciertas dudas al respecto.

A lo largo de los años, Rusia había mostrado agresividad hacia Ucrania, pero cuando finalmente comenzó la invasión en 2022, fue impactante ver a una potencia nuclear intentando conquistar a un país vecino de forma no provocada.

La guerra ha tenido consecuencias desastrosas para Rusia. En lugar de someter a Ucrania, debilitar a Occidente y fortalecer al Kremlin, ha tenido el efecto contrario. Ha fortalecido el nacionalismo ucraniano y ha impulsado a Ucrania hacia Europa. También ha revitalizado a la OTAN, que se encontraba en una posición débil. La incorporación de Finlandia y Suecia a la OTAN ha cambiado el equilibrio de poder en el norte de Europa y ha aumentado significativamente las fronteras de Rusia con los países miembros de la OTAN. Además, la guerra ha revelado las debilidades del ejército ruso y ha demostrado la determinación y competencia de Occidente.

Sin embargo, la guerra aún no ha terminado. La economía rusa se ha adaptado a las sanciones occidentales y el Kremlin parece creer que Rusia puede resistir. Aunque es posible que se llegue a un acuerdo desfavorable para Ucrania, lo que sentaría un mal precedente para futuras agresiones, también existe la posibilidad, aunque poco probable, de que Putin utilice armas nucleares si se siente amenazado. En cualquier caso, tanto Occidente como Rusia deben evitar cualquier error de cálculo para evitar una confrontación directa.

La guerra también ha generado preocupaciones para China. Aunque el presidente chino, Xi Jinping, ha expresado públicamente su apoyo a Putin y el comercio entre ambos países ha continuado, China ha sido cautelosa al proporcionar apoyo material a Rusia. China no quiere perjudicar a Moscú ni provocar tensiones con las capitales occidentales. Además, China está observando de cerca a los aliados de Estados Unidos en Asia, que están fortaleciendo sus defensas y manteniendo su cercanía con Washington mientras intentan mantener el acceso a los mercados chinos. Aunque la guerra ha intensificado el temor a un ataque chino contra Taiwán, la invasión rusa ha disminuido las posibilidades de que eso ocurra.

En cuanto a la relación entre Estados Unidos y China, la guerra entre Rusia y Ucrania no ha cambiado las cuestiones fundamentales. Aunque ha habido tensiones, especialmente con respecto a Taiwán, ambos países siguen manteniendo lazos económicos estrechos. Sin embargo, la disociación entre las dos economías ya ha comenzado.

Otros conflictos en el mundo:

• Armenia y Azerbaiyán

La guerra entre Armenia y Azerbaiyán por la región disputada de Nagorno-Karabaj terminó en noviembre de 2020 con un acuerdo de alto el fuego mediado por Rusia. Sin embargo, las tensiones y los enfrentamientos esporádicos continúan en la zona.

• Irán

Irán ha experimentado protestas masivas contra el régimen y la represión gubernamental. Los ciudadanos han salido a las calles para manifestarse contra las políticas del gobierno y exigir cambios. El régimen iraní ha respondido con violencia y represión, lo que ha generado preocupaciones a nivel internacional.

• Yemen

Yemen continúa inmerso en una devastadora guerra civil. Los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, controlan gran parte del norte del país, incluida la capital, Sana’a. La coalición liderada por Arabia Saudita ha llevado a cabo una campaña militar contra los hutíes desde 2015, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria.

• Etiopía

La región de Tigray en Etiopía ha sido escenario de un conflicto violento desde noviembre de 2020. Las fuerzas gubernamentales etíopes y las milicias aliadas han estado en conflicto con el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF). El conflicto ha causado una grave crisis humanitaria y ha llevado a acusaciones de abusos contra los derechos humanos.

• República Democrática del Congo y Grandes Lagos:

La región de los Grandes Lagos de África, que incluye la República Democrática del Congo y otros países vecinos, ha sido testigo de conflictos armados prolongados. Grupos rebeldes y milicias continúan operando en la región, lo que ha resultado en desplazamientos masivos de población y violencia generalizada.

• Pakistán

Pakistán se enfrenta a desafíos internos y externos. El país ha experimentado tensiones políticas y sociales, con divisiones profundas en la sociedad. Además, se encuentra en una posición geopolítica complicada, ya que está en medio de la rivalidad entre India y China y enfrenta amenazas de grupos insurgentes y terroristas.

• Taiwán

La situación entre Taiwán y China sigue siendo tensa. China considera a Taiwán como parte de su territorio y ha aumentado la presión diplomática y militar sobre la isla. Estados Unidos y otros países han expresado su apoyo a Taiwán, lo que ha aumentado las tensiones en la región y ha generado preocupaciones sobre un posible conflicto.

• Sahel

Los países de la región del Sahel en África Occidental, como Burkina Faso, Malí y Níger, enfrentan una insurgencia islamista persistente. Grupos como Boko Haram, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y el Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS) han llevado a cabo ataques y actividades violentas en la región, desestabilizando los países y generando una crisis humanitaria.

• Haití

Haití ha experimentado una agitación política y social desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. El país se encuentra en medio de una crisis política y económica, con protestas masivas, violencia y una creciente inestabilidad. La comunidad internacional ha expresado preocupación por la situación en Haití.

Fuente: una adaptación del artículo de esglobal : Las guerra 2023